Daniel Sánchez Arévalo, una lección constante de cine

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Ayer con motivo de la fiesta del cine pude por fin ir a ver La Gran Familia Española, la última cinta de uno de mis directores favoritos, Daniel Sánchez Arévalo. Una película que narra como se intenta celebrar una boda durante la final de la Copa del Mundo de Sudáfrica.

Cuando acabé de ver AzulOscuroCasiNegro, la primera película de Daniel, supe que se sería un director al que seguiría de cerca. Luego vi en clase su corto Exprés y mi inquietud hacia sus trabajos aumentaba. Sus trabajos como guionista, sus cortometrajes, su segunda película Gordos… todo esto no eran sólo un entretenimiento, para mí cada proyecto de Daniel es como una lección de cine, es como ir a clase para aprender, para estudiar como hay que hacer las cosas y como se hace el cine.

Si es verdad que con Gordos, la cosa se trastocó un poco al principio y me descolocó, mi profesor en un nuevo trabajo de clase nos la puso de nuevo y por fin pude entenderla. Es una película con muchos mensajes y que con un sólo visionado no eres capaz de asimilar, por eso necesitas más de uno y puede que mínimo dos. Pero al final, cada vez que la ves consigues ver cosas que en las anteriores ocasiones se te quedaron en el tintero, y eso me parece maravilloso, porque cada vez conoces más a los personajes y eres capaz de verla desde otra perspectiva diferente, son diferentes películas en una sola. El egoísmo, el autoengaño y las inseguridades son la base principal de esta segunda película.

Luego llegó el 2011, y con él la llegada de Primos. Recuerdo que esperaba ansiosa su estreno, era su nueva película y además contaba con un elenco que englobaba parte de los que para mí son algunos de los mejores actores de este país. Pero Primos no me trajo sólo una película, me trajo un conjunto de sensaciones y experiencias que no olvidaré. En una de las proyecciones especiales, tuve la gran suerte de poder charlar en persona con Daniel acerca de sus trabajos y de su forma de entender el cine, estaba tan nerviosa que no podía preguntarle nada, sólo me limitaba a escuchar y memorizar cada consejo. Pero además de los momentos que englobaron Primos y su estreno, siempre será una película que no ha fallado a nadie, porque no he escuchado a nadie decir cosas malas sobre ella, nadie se ha aburrido o no ha sacado nada en claro de esta cinta. Porque Primos no es sólo una comedia, porque todo el mundo ha pasado por alguna de las historias que rodean a sus personajes, todos hemos querido recuperar a un amor como hizo Diego, todos hemos sentido la soledad del «Sardinuca» o vivimos con los miedos del primo Jose Miguel. Y por supuesto, todos nos hemos puesto esa coraza como Martina o alguna vez hemos tomado el camino equivocado como el Bachi y Clarita.

Daniel Sánchez Arévalo tiene un don para hablar sobre la vida, sobre los miedos, sobres la inseguridades, sobre eso que todo el mundo tenemos pero que siempre nos da miedo a mostrar. Es lo que más me gusta de él, que a través de sus diferentes personajes consigue que nos sintamos identificados de alguna u otra manera. Siempre tiene un dialogo más transcendental que otro, siempre hay una frase que logra que pienses: Mierda! tienes razón, Y es cuando piensas y asumes que hay que luchar por lo que uno quiere, por lo que uno siente, da igual que sea tu familia, tus amigos o el amor de tu vida. Y es que miedos tenemos todos, pero la diferencia está en aprender a vivir con ellos, en aprender a enfrentarlos y no dejar que te consuman. Y eso me encanta, por eso, me da igual que lo haga en forma de comedia o en forma más dramática, él siempre lo consigue. Él consigue que aunque sea con una película de risa, mi corazón se encoja y por mi mejilla se deslice una lágrima, esa lágrima que significa que algo dentro me ha tocado y que es hora de que espabile.

Y eso me volvió a pasar ayer con La Gran Familia Española, porque aunque la base sigue siendo la misma, y tiene un cierto paralelismo con mi adorada Primos, sus historias y sus personajes vuelven a demostrarme diferentes miedos y diferentes formas de afrontar la vida y el amor. Para esta nueva aventura, vuelve a rodearse de sus actores fetiche como Quim Gutierrez y Antonio de la Torre como protagonistas, pero además se le suman el siempre presente Raúl Arévalo y la actriz Alicia Rubio, ambos con breves apariciones, pero a cuál más divertido. Además hay que añadirles las nuevas incorporaciones de una brillante Verónica Echegui, de Roberto Álamo, Patrick Criado, Miquel Hernández, Sandra Collado, Arantxa Martí… Todos ellos consiguen darle un ambiente digno de película Sánchez Arévalo, y aunque seguiría escribiendo mil líneas más sobre esta película, me quedo con que al encenderse las luces y aunque fuese una comedia, Daniel consiguió de nuevo emocionarme y hacer que me diese cuenta de que hay muchas formas de afrontar las situaciones que nos rodean día a día. Porque puede que a veces nos equivoquemos y otras acertemos, pero para ello tenemos que aprender a decidir, tenemos que aprender a vivir y a no quedarnos en el banquillo viendo la vida pasar. Porque «el tiempo es como los quesitos, que aunque te gusten mucho, si los guardas guardas… se ponen malos. Tienes que comértelos cuando toca»

Por eso, Gracias Daniel por traernos de nuevo una película con la que disfrutar y aprender. Gracias por darnos esas lecciones sobre la vida y por presentarnos nuevos personajes de los que enamorarnos. Y sobre todo Mil Gracias por seguir haciendo cine. Nosotros desde aquí y a modo de agradecimiento, ofreceremos la semana que viene «la Semana Especial de Daniel Sánchez Arévalo», una semana dedicada a tus películas, una semana en la que hablaremos de esas películas que tanto nos han enseñado.

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