Crítica de la obra de teatro: ‘Una Boda Feliz’

Una comedia al más puro estilo francés

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Agustín Jiménez y Antonio Molero se han unido en una nueva comedia que está siendo un éxito de público en Capital española. Una boda feliz se mantiene en la carteleral teatral de Madrid como una de las comedias de la temporada.

Gabriel Olivares dirige a este dúo protagonista que acompañados de Francesc AlbiolJuan Solo y Celine Tyll completan un divertido cartel.

La obra gira alrededor de Enrique, al que da vida Antonio Molero, un mujeriego que para poder heredar la gran fortuna de su tía lejana, tiene que cumplir la condición de casarse y mantener el matrimonio durante el plazo de un año. El problema es que él no quiere renunciar a su soltería, por lo que aconsejado por Roberto (Juan Solo) decide pedirle matrimonio a su mejor amigo, Lolo (Agustín Jiménez), para de esta forma poder seguir con el ritmo de vida que tiene.

Con aires de comedia francesa como describen el director y sus actores, Una boda feliz reúne buenos ingredientes para provocar la risa de los asistentes, como bien pasó anoche. Con un patio de butacas casi al completo, estos actores consiguieron arrancar las risas de los asistentes de una forma continuada, algo complicado para una comedia que dura casi dos horas. Si bien es cierto, que aunque en la función de anoche no se pudo disfrutar de Antonio Molero, ya que el actor se encuentra enfermo y tuvo que sustituirle Antonio Garrido, eso no hizo que la obra decayese o se viesen detalles de falta de ensayo. Creo que Antonio Garrido supo coger de nuevo con fuerza el peso de la obra, y  además, con el acompañamiento de un brillante Agustín Jiménez y del resto del elenco, la obra consiguió divertir al público allí reunido, que es lo que verdaderamente importa.

Agustín Jiménez es uno de los mejores monologuistas de este país, eso nadie lo pone en duda, pero quizás su faceta como actor en compañía de un elenco más numeroso era algo un poco más desconocido, por lo que realmente para mí fue la sorpresa de la noche. Agustín sabe como hacer reír a los espectadores con ese humor tan personal, sencillo y natural del que tan bien uso sabe hacer. Además, acompañado de Franscec Albiol que sabe como cambiar de registro sin problema alguno y unos divertidos Juan Solo y Celine Tyll, Una boda feliz provoca risas y muchas sorpresas que hacen que esta comedia francesa esté siendo un éxito esta temporada. Además, puede presumir de ser finalista del Premio Moliere a la Mejor Comedia.

Ahora mismo, Una boda feliz puede disfrutarse en el Teatro Marquina de Madrid, así que no os la perdáis si queréis pasar un buen rato.

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